El departamento de Potosí es muy popular con los viajeros porque alberga al desierto de sal más grande del mundo, El Salar de Uyuni, con sus grandes expansiones de sal y sus islas de coral prehistórico. La mayoría de los que visitan el Salar de Uyuni también visitan el desierto de Siloli en el mismo tour, para apreciar sus coloridas lagunas con flamencos alimentándose en sus aguas, sus ruidosos fumaroles, y sus piedras erosionadas de formas sur realísticas.
La ciudad de Potosí es la capital del departamento del mismo nombre, en la provincia de Tomas Frías al suroeste de Bolivia. A 3900 m.s.n.m. por lo que es considerada una de las ciudades más altas del mundo. De hecho es la ciudad grande más alta (es decir una ciudad con más de 100.000 habitantes). La ciudad se extiende a los pies de la montaña de Potosí (conocida también como Cerro Blanco), cuyo pico está actualmente a 4824 m.s.n.m. sin embargo fue mucho más alta. La intensa explotación de su inmensa riqueza, causo la disminución de unos 100 metros de su altura.
Hoy en día, las cooperativas minas del Cerro Blanco continúan siendo una gran atracción. Los visitantes entran en los túneles de las montañas llevando pequeños regalos para los mineros quienes se reúnen durante los tours, aprenden un poco acerca del proceso minero la cual no cambio mucho desde los tiempos coloniales, y aprecian otros elementos de la cultura local, como las ofrendas dejadas a la estatua El Tío, una figura diabólica que tiene que mantiene la seguridad de los mineros en sus manos.
La opulencia y la exclusión: Los españoles fundaron Potosí en abril de 1545. Como el resto de Bolivia, potosí era parte del Alto Perú, bajo los límites del virreinato del Perú (este se movería al Virreinato de La Plata solo 30 años antes de la guerra de la independencia). Potosí surgió como un pueblo minero, pronto se convirtió en el mayor proveedor de plata y la ciudad más importante en el Imperio Español. La cual adquirió su propia casa de monedas, que todavía se puede visitar hoy en día, y sus 36 espléndidamente ornamentales iglesias. En las iglesias de San Francisco y San Lorenzo, uno puede observar una colección de arte dotada con una mistura de símbolos cristianos e indígenas.
Después de solo 25 años, llego a tener 50,000 habitantes. Durante ese tiempo aún era un asentamiento perteneciente a La Plata (ahora sucre) pero adquirió su autonomía y el rango de ciudad en 1561 a través de la capitulación por el virrey del Perú Diego López de Zúñiga y Velasco. Fue entonces donde recibió su nombre oficial como La Villa Imperial de Potosí.
Por 1672, su población se había disparado a 200,000 habitantes y fue una de las ciudades más grandes y ricas del mundo. El refrán español "valer un potosí" acuñado por cervantes en su famosa obra Don Quijote pretende valer una fortuna, la palabra Potosí como una definición de fortuna es aun usada por la Real Academia de la lengua Española. Sin embargo, hoy en día la plata de las minas de Cerro Rico están agotándose.
El impresionante crecimiento hasta ese momento se vio impulsado por el trabajo indígena, algunos trabajadores pagados y algunos forzados a trabajar en las minas por Francisco de Toledo, conde de Oropesa. Muchos murieron a montones a consecuencia de la exposición, el trabajo brutal, 16 horas de trabajo al día, y por envenenamiento del mercurio. Una disminución en la obra, la necesidad forzó la importación de esclavos africanos a principios de los años 1600s, traídos para las minas y para trabajar como mulas humanas en la casa de monedas, en donde las "mulas" morían solo en un par de meses y su remplazo salía más caro.
Independencia y declive: Mientras la corona española estaba ocupada en la guerra de Napoleón de 1808 y en el levantamiento de La Paz y La plata en 1809, Potosí asumió el liderazgo en la guerra de la Independencia de Bolivia. Potosí cayó numerosas veces bajo el control de ambos realistas y patriotas, en una lucha que duro 15 años. Durante este tiempo, la población cayó a solo 8,000 habitantes. Bajo la ocupación realista de Juan José Castelli del primer ejercito auxiliar de Buenos Aires, con su excesiva asistencia castrense, Potosí adquirió una ambiente completamente hostil a causa de los españoles.
Las fabulosas minas de plata fueron agotadas en gran medida hasta ese tiempo, provocando que Potosí se convirtiera en el primer exportador de estaño y marcando el inicio de su declive. El estaño un metal al cual los españoles nunca le tomaron mucha consideración, lo cual salvo a Potosí de convertirse en una ciudad fantasma. La explotación de estaño se inició a mitades del siglo XIX, pero por el siglo XX la sobre producción causo la caída de los de los precios internacionales, y Potosí cayo en la pobreza.
En 1991, las autoridades locales emprendieron un ambicioso plan de rehabilitación del Cetro, renovando calles y edificios anteriormente descuidados, incluyendo la famosa casa de la moneda y la Catedral.