Señor de Qoyllur Rit’i

Señor de Qoyllur Rit’i

La Fiesta del Señor de Qoyllur Rit’i se celebra cada año, a finales de mayo o principios de junio, coincidiendo con el inicio de la temporada de siembra en los Andes. Se lleva a cabo en la provincia de Quispicanchis, distrito de Ocongate, en la base de la montaña SinaJara, a más de 4,700 metros sobre el nivel del mar y a temperaturas inferiores a los 0 ºC.

Historias y Leyendas: Un Legado Ancestral

Las comunidades indígenas del Cusco han tejido a lo largo de los siglos diversas historias para explicar el origen de la Fiesta del Señor de Qoyllur Rit’i. Entre las más conocidas se encuentran:

  • La aparición del Niño Jesús: Según esta versión, el Niño Jesús, disfrazado de pastorcillo, se apareció a un niño indígena llamado Marianito Mayta. Ambos se hicieron amigos y, cuando los padres los encontraron vestidos con ricos atuendos, alertaron al párroco del lugar, Pedro de Landa. El párroco intentó capturarlo sin éxito, pues una piedra apareció en el lugar del Niño. Marianito murió inmediatamente y la imagen del Señor de Qoyllur Rit’i quedó grabada en la roca.
  • El hallazgo de la imagen: Otra leyenda narra el hallazgo de la imagen del Señor de Qoyllur Rit’i por parte de un pastor. El pastor, al observar una luz brillante en la cima del nevado Ausangate, subió a investigar y encontró la imagen tallada en la roca.
  • El sincretismo religioso: Esta versión destaca la fusión de creencias andinas y cristianas que dio origen a la festividad. Los pobladores locales, veneradores de los Apus (montañas sagradas) y la Pachamama (diosa de la Tierra), incorporaron la imagen del Señor de Qoyllur Rit’i a su cosmovisión, identificándolo con las deidades ancestrales.

Rituales y Celebraciones: Un Espectáculo de Fe y Color

La Fiesta de Coyllur Rit’i es un derroche de colores, música y danza. Los participantes, ataviados con trajes tradicionales adornados con vistosos bordados, se congregan en la plaza del pueblo para rendir homenaje al Señor de Qoyllur Rit’i.

La peregrinación: Un elemento central de la festividad es la peregrinación que realizan miles de fieles desde diferentes comunidades del Cusco hacia el santuario de Sinakara. Durante el trayecto, los peregrinos entonan cánticos religiosos, realizan ofrendas y llevan consigo representaciones de sus animales y productos agrícolas.

Danzantes y guardianes: Diferentes tipos de bailarines participan en la celebración, como los chauchos, qollas, pabluchas o ukukus, cada uno representando personajes míticos. Los ukukus (osos) asumen el rol de vigilantes del Señor de Qoyllur Rit’i, los Apus y las apachetas (montículos de piedras dejados como ofrenda). También mantienen la disciplina durante los actos litúrgicos.

En busca de la Estrella de Nieve: Un grupo de fuertes Qeros, provenientes de una comunidad quechua reconocida por su tradición, se disfrazan de «pabluchas» y emprenden un ascenso a las cumbres del nevado Ausangate. Su objetivo es encontrar la estrella de nieve (representación del Señor de Qoyllur Rit’i) escondida en sus entrañas. Al regresar a sus comunidades, estos aldeanos cargan grandes bloques de hielo en sus espaldas, simbolizando el riego de sus tierras con el agua sagrada del Ausangate.

Más que una Festividad: Un Patrimonio Cultural Vivo

La Fiesta de Coylluritti va más allá de una simple celebración religiosa. Es una expresión viva del patrimonio cultural andino, un legado que se preserva con devoción y orgullo generación tras generación.

Un Impacto Significativo: Turismo y Desarrollo

La trascendencia de la Fiesta de Coylluritti no se limita al ámbito religioso y cultural. Esta festividad también tiene un impacto importante en el turismo de la región. Miles de visitantes de todo el mundo llegan cada año para presenciar este espectáculo único, lo que contribuye al desarrollo económico de la comunidad local y promueve la conservación de sus tradiciones ancestrales.


Si estás buscando una experiencia que te conecte con la esencia del Perú, la Fiesta de Coylluritti es una oportunidad única. Ven a ser testigo de este encuentro entre el fervor religioso, las tradiciones ancestrales y la majestuosidad de los Andes. Cusco te espera con los brazos abiertos para que vivas una experiencia inolvidable.

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